Al menos dos veces por semana hago entrenamiento de fuerza en el gimnasio. Lo hago por varias razones: quiero sentirme con energía, bien en mi cuerpo, me encanta comer rico y saludable—y el entrenamiento de fuerza ayuda a que eso no se traduzca en kilos de más. Y lo más importante: ¡el entrenamiento de fuerza es excelente para mantener el equilibrio hormonal, siempre y cuando lo hagas de la manera correcta!
Cuando entrenas bien, esto tiene un efecto muy positivo en tu equilibrio hormonal. Te da más energía, más fuerza, mejora tu metabolismo, tu sensibilidad a la insulina, fortalece tu cuerpo, aumenta tu masa muscular, reduce la grasa corporal y mejora tu salud general. Suena bien, ¿verdad?
Aquí te comparto algunos datos interesantes sobre el entrenamiento de fuerza y tus hormonas:
Insulina
El entrenamiento (especialmente el de fuerza) mejora tu sensibilidad a la insulina. Las sesiones cortas e intensas (máximo 45 minutos) son ideales. Entrenar de forma breve pero potente también estimula la producción de testosterona y hormona del crecimiento.
Cuando entrenas así, el nivel de cortisol (la hormona del estrés) se mantiene bajo. Pero si te exiges demasiado o entrenas por demasiado tiempo, el cortisol puede subir… y eso no es lo que queremos. El exceso de cortisol por sobreentrenamiento afecta negativamente tu sistema de insulina y puede frenar tu progreso.
Cortisol
Si tus entrenamientos son demasiado largos o demasiado agotadores, pueden alterar tu equilibrio hormonal. El nivel de cortisol se eleva demasiado, lo que puede provocar pérdida de masa muscular. Entrenar con demasiada frecuencia o intensidad también afecta tu acumulación de grasa, niveles de energía, testosterona y hormona del crecimiento.
Y si haces un esfuerzo intenso por la noche, el cortisol elevado puede interferir con la producción de melatonina (la hormona del sueño). Lo ideal es no entrenar demasiado tarde, para que tu cuerpo tenga tiempo de producir melatonina antes de dormir.
Testosterona
¡Sí, las mujeres también tenemos testosterona! Y los hombres tienen progesterona y estrógeno, aunque en otras proporciones. ;-) Por suerte, porque sin ellas no podríamos funcionar.
La testosterona aumenta después de un entrenamiento de fuerza de mínimo 30 y máximo 45 minutos. En las mujeres, la testosterona ayuda a crear músculo, quemar grasa, mejora el estado de ánimo, da decisión y empuje, estimula la libido y fortalece el sistema inmunológico. Motivos más que suficientes para cuidar que tus niveles estén bien equilibrados. Pero ojo, sin pasarte de rosca… porque el exceso de entrenamiento puede tener el efecto contrario. ;-)
Además, en el tejido graso, la testosterona se convierte en estrógeno. Por eso es importante no tener demasiado tejido adiposo, ya que eso puede favorecer una dominancia estrogénica. Pero atención: un poco de grasa corporal es necesaria para la producción de hormonas sexuales. Todo se trata de equilibrio. :)
Hormona del crecimiento
Pasa algo muy parecido a lo que ocurre con la testosterona. El entrenamiento de fuerza es una de las mejores formas de estimular la hormona del crecimiento. El cardio intenso también puede ayudarte. Esta hormona es clave para construir músculo y mantener un cuerpo fuerte.
Como ves, el entrenamiento de fuerza tiene un gran impacto en tus hormonas. No olvides que las hormonas trabajan juntas, se potencian o a veces se bloquean entre sí. Para equilibrarlas, el entrenamiento—especialmente el de fuerza—es un componente esencial.
Si estás lidiando con síntomas hormonales, puedo ayudarte a encontrar el tipo de entrenamiento ideal para ti. En conjunto contigo (y, si hace falta, con tu gimnasio o entrenador) definimos un plan de ejercicios que se adapte a tus objetivos y a tu estilo de vida.
Y sí, también sé que no todas las mujeres son fanáticas del gimnasio. ¡Y eso está bien! Hay muchas formas de moverse y entrenar que se pueden adaptar a ti. Lo importante es encontrar la que te haga sentir bien y se integre de manera natural a tu vida. Por supuesto, esto va de la mano de una buena alimentación y una mente tranquila.
Me encantaría ayudarte a encontrar la combinación adecuada que encaje contigo y tu vida.
Con cariño,
Esther